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30 de marzo de 1998

INMACULADA CÁRDENAS

La ventura de la aventura

Siempre tuvo una apariencia serena al mismo tiempo que una chispa de especial actividad, algo así como de atención creativa. De ese modo puede manifestarse, eso dicen algunos, el tejemaneje de la sensibilidad cuando aflora. Es algo especial que tienen algunas personas: un resorte en la mirada, una pasta que se escapa en las actitudes... Algo envolvente, eso siempre, y que lucha por trasmitirse. No todas las personas que emiten signos así consiguen el éxito, en el caso de Inmaculada sí. Sin querer jugar a presagios ni profecías con posterioridad, quiero recordarla con esos resortes gestuales. Lo cierto es que aquella muchacha de vivaracha mirada y talante discretamente intenso, se nos dedicó totalmente a vivir un impulso que, desde adentro, le venía echando chispas por los ojos. Y se nos fue en busca de su ventura. “No soy agresiva, sí impulsiva y apasionada.”

La Universidad, una puerta hacia la aventura

Inmaculada es de esos linenses que se formaron lejos, como tantos que se habitúan a la lejanía de estos imanes sureños. Continúa un proceso iniciado por un camino de sonidos y armonías. Se licencia en Historia y desarrolla su tesis sobre el polifonista Alonso Lobo, monografía que publica la Universidad de Santiago. Una parte de su tesis doctoral, sobre la música barroca andaluza, es publicada en Barcelona por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. De estos trabajos también publicará obras del polifonista, en la Universidad de Santiago, y música para teclado del siglo XVIII de Manuel Blasco de Nebra, en la Sociedad de Musicología de Madrid.

Se le abre el mundo mágico del flamenco, cómo pasar por ese universo de sonidos negros sin tomar nota. Y estudia guitarra flamenca, primero con Juan Mesa, en La Línea; luego, en Granada, con Miguel Carmona, de la casa de los Habichuela.

Su búsqueda la lleva a París “a seguir mis estudios académicos, entonces desconecté completamente con la creación.” Investigar, conocer, aprender para que su propuesta sea de lo más coherente, la mejor receta para quien quiera ser un auténtico artista.

Ya venía rondándole su destino cuando, al principio de la aventura, estudiaba música con Joaquín Vives y, luego, violín con Inés Dauny, en nuestra ciudad. Quién podría haber pronosticado entonces, quién iba a leer el destino... por muchos signos inquietantes que tuviera aquella muchacha. Aunque seguramente sus profesores, sus familiares, ella misma; Inmaculada estaba ya leyendo, interpretando, unos sonidos interiores que le movían a ritmo, a tiempo y a compases secretos que le estaban organizando la vida. “Me examinaba como alumna libre en el conservatorio de Ceuta.” De siempre hemos necesitado centros superiores de todas las artes en esta ciudad. Conformamos un pueblo, gente, que fluye hacia las artes, la cultura... Puede que ahí resida, en buena medida y en su desarrollo, nuestro futuro en común. Es cuestión vocacional, siempre. Continuó sus estudios musicales, carrera de piano, en el conservatorio Superior de Sevilla. Las distancias iban a marcar también su personalidad, el mundo se abría ante la muchacha con una invitación a la aventura de los descubrimientos. Más tarde, guitarra clásica, clarinete; dos años de órgano, virtuosismo con M. Castillo. La muchachita de ojos vivarachos ya estaba consagrada a la música. Sus claves secretas estaban aflorando.

La aventura del Teatro

Por su vitalidad y entusiasmo se ve avocada al barroco, lo cual es un rasgo en cualquier personalidad. Rasgo que en ella se manifiesta de manera arrolladora. Sí que es impulsiva y apasionada. “De la música barroca lo más sorprendente es la policoralidad desarrollada en San Marcos de Venecia por los Gabrielli y en la que los músicos españoles se sintieron muy a gusto.” Lo de sus aficiones por los músicos barrocos, no deja de ser una pista para quien sienta curiosidad por la vida y hechos de esta Inmaculada de los sonidos, por su crianza en el arte musical y por sus devociones. Ella sabe cual es lo mejor de cada uno de ellos: “De los grandes del último barroco... todos. Purcel, Händel, Bach, Vivaldi, Corelli...”, es como si dialogara con sus signos,“no podría elegir uno en particular” ¡Claro!

El mundo del espectáculo la tienta. Acepta el reto del español sentado, del que Lope de Vega advierte a quienes se acercan a la escena. Con “Esperpento”, grupo sevillano de los de teatro independiente, hace el montaje musical de una puesta de Goldoni. El proyecto de Inmaculada va cobrando forma, se define: “Me preocupa la recepción del público de mi trabajo. Quiero que disfruten, que se comuniquen con una obra que ya no es mía sino de todo el que la hace suya.”

En Granada se le iba a abrir de par en par la puerta dorada de la percepción, la flor arrobada de los arrayanes, en unos Festivales Internacionales: “Algo que me sorprendió mucho, la primera vez que lo vi en los festivales Internacionales de Granada (donde estuve becada dos años), fue, por una parte, la Cantata del Café de Bach, y también, la música francesa de Rameau. Era mi primer contacto con la música lírica y quedé enamorada.” Y continúa su lucha, enamorada de tan lírica aventura.
Pedagogía y Creación. La filosofía de lo Concreto

Mucho se podría comentar de sus actividades pedagógicas y su influencia en enseñanzas artísticas. Para acercarnos a sus contenidos y posibilidades haría falta un trabajo exclusivo. Si se puede resumir, habría que decir que es en Lugo donde realiza sus actividades docentes, y también está enamorada de este aspecto de su profesionalidad: “me inicié de la mano de François Delalande, director de investigación musical del Groupe de Recherche Musicale, del Institut National de l’Audiovisuel.” Durante su estancia parisina conoce a los grandes de la música electroacústica como Parmegiani, P. Mion, Bayle... “y con Lejeune, de quien recibí clases de composición.” Ya en España, encontrará gran apoyo en Llorenç Barber para continuar por las rutas que se propuso. Puede que lo más difícil para un artista estudioso sea situarse en su tiempo y saber tratar a los clásicos con todos los honores; pero en su lugar. Adolfo Nuñez, dice, ha sido de gran importancia para afirmarse en sus conceptos; “me ha apoyado y ha creído en mi labor pedagógica y compositiva.”

Ella confiesa entusiasmada que Sirena es lo más importante que ha hecho hasta ahora. Se trata de una opera basada en un texto de Torrente Ballester. Se ha estrenado la primera parte y espera concluirla en este año.

El Ayuntamiento de Lugo le encargó la música para una coreografía de Juan Moredo que se estrenó el pasado mes de julio y que se repone en octubre, abriendo las Fiestas Grandes de la ciudad. Es un montaje de ballet, en dos partes, realizado por ordenador y que se titula Muralla

O Museo, concebido y realizado en el Reina Sofía, “desde la primera vez este Centro de Arte, luego museo, tuvo en mí un efecto musical inmediato.” Se trata de una obra electroacústica y todo el material utilizado ha sido realizado en el propio museo por Inmaculada, ella nos lo introduce así: “Los museos suelen ser en general lugares vivos, no sólo por las obras de arte que contienen, sino por sí mismos.”

Ante la música concreta: “... claro que es una concepción del mundo. Cuando tú aceptas que una lavadora es una caja de ritmos, has cambiado tu concepción del acto de componer. En el siglo XX la aventura es completa y por tanto obliga a buscar al artista nuevos sistemas de expresión. Los anteriores habían heredado un sistema formal y eso indudablemente les facilitaba las cosas en muchos conceptos” Habla desde la firmeza de quien sabe por qué veredas se desenvuelven sus pasos, conoce qué brisas debe aprovechar de ese vendaval de sonidos de la creación.
Desde Galicia

Lugo, La Universidad de Santiago, es de momento su paradero. Allí se realiza nuestra Inmaculada entre los dulces airiños y el limón nuestro. “Es en Lugo donde fundo el grupo Espacio Permeable.” Desarrolla un trabajo experimental, sus componentes no son músicos, y que toma forma en el espectáculo Concierto para Esculturas. En 1992, editaría un bello y excepcional disco compacto por la Fundación ACA de Mallorca, que recoge el trabajo de este Concierto. Está orgullosa de su grupo, como cualquier criatura de la escena lo está con su equipo. Ella lo promueve y lo afina para obtener grandes satisfacciones con respecto a su trabajo creativo; la formación de este grupo es el primero de ellos.

En la actualidad desarrolla un trabajo de investigación sobre espacios naturales y artísticos con otro grupo, esta vez con músicos. Se trata de GCMUS (Grupo de Creación Musical da Universidad de Santiago), fundado, en 1996, y dirigido por Inmaculada. Con ellos estrena Sirena y Monasterio Suite con la especial colaboración de los monjes del monasterio de Sobrado dos Monxes, al que está dedicada la suite.

Y le gustaría venir a ofrecernos una muestra de su arte, ¿algo del imán de los peñascos y la arena? Sus trabajos en la pedagogía musical la tienen prendida a esa Galicia musical, cantarina; tierra tan maternal como una nana con perfume de fandango. Le va a su carácter esa gaita que al sol se hace chirimía y quiere andar el mundo, pero por sus más anchos corredores. Su alma soñadora confiesa: “Mi deseo es un año sabático y recorrer el mundo, Vietnam, China, Islandia. Japón, Australia, Africa” Piensa en la ciudad de Petra, y no sé si será una clave barroca. No es arriesgado predecir que nuestra Inmaculada, esta linense de venturas y aventuras, se paseará por el mundo buscando, entre silencios y sonidos, el tono de su ideal de música. E irá buscando para ofrecerlos, organizados, en su más interesante y sincera valoración creativa. En un esfuerzo por descubrir la belleza y anotarla: “El esfuerzo compensa siempre, eres poderosa encima de un escenario, tú eres todo, todo lo que quieras.” Esta reflexión lejos de ser una frase hecha, es toda una concepción, serena y segura, del trabajo de un artista ante el público. Es el inicio de una de las mejores lecciones que pueda ofrecerse a los aprendices de brujo, a los que se inician en el hechizo de la escena.
La ventura de Inmaculada

Ante lo bronco de nuestro mundo y las contradicciones de nuestros ordenes, la serenidad se refleja en sus opiniones: “Ante el caos, lo que se puede hacer es ordenarlo. Lo futuro lo veo con alegría, con serenidad. No tengo prisas, no quiero más de lo que la vida me ha dado, me considero una persona muy afortunada, una privilegiada.” Sería interesante, bastante, oír sus opiniones sobre estos asuntos; que nos desvelara sus experiencias, pues prometen ser ricas en aventuras e intrigas creativas. Este asunto se escapa a la intención de estas líneas que sólo pretenden advertir sobre la vida y venturas de esta linense aventurera de inspiraciones musicales. Esperemos la ocasión de oírlas de ella misma alguna vez. Bueno sería contar con su presencia en algún foro musical de nuestra ciudad. Es preciso hacer un seguimiento de nuestros artistas desperdigados, “enviados y representantes” de nuestra incomprendida vocación cultural… Somos los mejores pierde-talentos del país; y con muy poco esfuerzo.

Se atreve uno a pensar, desde la admiración, que aquella muchacha se está aproximando muy finamente a la felicidad. Me alegro por ti, amiga mía, aunque sea lejos de nosotros.

La Línea Cultural, primavera de 1998    del 98